Desde comienzos del S.XX diversos investigadores empezaron a investigar la radiosensibilidad, esto es, la sensibilidad que presentan células y tejidos a la radiación ionizante. La investigación de la radioactividad comenzó a finales del s. XIX y en seguida se observó que tiene efectos sobre los seres vivos. En 1906 dos científicos franceses, Jean Bergonie y Louis Tribondeau, enunciaron las leyes básicas de la radiosensibilidad:

  Las radiaciones actúan con más intensidad sobre las células cuando:

1ª.-) La actividad reproductiva es mayor

2ª.-) El desarrollo cariocinético es más largo

3ª.-) La morfología y funciones están menos diferenciadas.

  Estas leyes son muy importantes en Medicina ya que

permiten comprender cómo responden a la radiación diferentes tipos de células y tejidos. Otra forma de enunciar estas leyes es:

“La sensibilidad de las células a la radiación varía según su nivel de actividad reproductiva, su ciclo de división celular y su grado de diferenciación”.

  Por ejemplo, las células con una alta tasa de división, como las células sanguíneas y las células germinales, son más sensibles a la radiación. Se observa lo mismo en las células menos diferenciadas, como las células madre que tienden a ser más susceptibles a los efectos nocivos de la radiación.

  Estas leyes nos proporcionan una base sólida para explicar cómo la radiación afecta a los tejidos y cómo se pueden minimizar los efectos no deseados durante el tratamiento radioterapéutico en medicina. Al comprender la radiosensibilidad de diferentes tejidos y células, los médicos pueden planificar tratamientos más efectivos y minimizar los daños en los tejidos sanos circundantes durante las sesiones de radioterapia.

  Por tanto, el estudio de la radiosensibilidad es fundamental en radiobiología y  radioterapia, donde se utilizan radiaciones ionizantes para tratar enfermedades como el cáncer. Estas leyes de Bergonie y Tribondeau ayudan a los profesionales de la salud a diseñar estrategias de tratamiento más precisas y personalizadas para cada paciente, maximizando la eficacia del tratamiento y minimizando los efectos secundarios no deseados.

Un saludo